Termina una administración en Torreón, y es conveniente hacer un análisis de los aspectos más importantes a manera de […]
Termina una administración en Torreón, y es conveniente hacer un análisis de los aspectos más importantes a manera de balance, aunque finalmente serán los ciudadanos quienes harán esa evaluación.
En cuanto a la seguridad, se registraron disminuciones en la incidencia delictiva, en delitos patrimoniales, cerca de un 50% desde el inicio de la administración, también mejoró la percepción de seguridad, que equivale a que más de 70 mil laguneros vieron mejorada esa sensación.
En la parte de tránsito y vialidad, continuó una elevada percepción de corrupción y de poca confianza en los elementos, 6 de cada 10 que tuvieron contacto con estas autoridades, experimentaron un acto de corrupción, además de algunos incidentes de agresiones donde se vieron involucrados con ciudadanos.
Las recaudaciones por multas superaron los $5.0 millones mensuales en este último año, a pesar de la baja movilidad por el confinamiento. Los accidentes automovilísticos subieron ligeramente, el 10% de ellos fue provocado por un conductor alcoholizado.
En cuanto a la distribución del gasto, se destinaron 1,033 millones de pesos al pago de nómina, que significó un 38% del total del gasto ejercido, y un 30% más que al inicio de la administración. En cuanto a la inversión pública, pasó de $405 millones en 2018, a $367 millones en 2021, equivalente a una reducción del 10% y que representó apenas un 13% del gasto total ejercido.
Este rubro es indispensable, porque es para crear condiciones favorables para la productividad y competitividad. El municipio fue eficiente en la recaudación de recursos propios, aumentó un 23% de 2018 a 2021, ya que las aportaciones y participaciones que provienen de la Federación cayeron un 7%.
En lo que refiere a la deuda pública, se recibió con deuda bancaria, misma que liquidaron, además de reducir el pasivo circulante con proveedores, de recibirla en $257 millones, la dejan en $97 millones. Una cosa es cierta, cada vez son mayores las expectativas de los ciudadanos respecto a los servicios públicos que reciben, y eso se traduce en una mayor presión para los gobiernos. Siempre resulta más fácil gobernar cuando los ciudadanos confían en su gobierno, pero estos deben tener la voluntad para mejorar y atender sus problemáticas.
Somos un proyecto del Consejo Cívico de las Instituciones, A.C. que promueve el análisis y la evaluación de indicadores técnicos y de percepción ciudadana que permitan incidir en mejores políticas públicas y mejorar la calidad de vida de la Laguna.