Cuenta la leyenda que, en Torreón, la Muerte camina sin prisa por la avenida Morelos. Se desliza por las […]
Cuenta la leyenda que, en Torreón, la Muerte camina sin prisa por la avenida Morelos. Se desliza por las calles de Lerdo, por hospitales de Gómez Palacio y hogares silenciosos de Matamoros. A veces llega en la madrugada, otras con el sol alto. No siempre avisa, pero siempre cumple. En estos días, cuando las flores de cempasúchil despiertan el recuerdo, la región vuelve a mirar de frente a la eterna visitante que nunca se va del todo.
Cada día, 23 laguneros parten de este mundo. Tan solo en el año 2024, un total de 8,436 personas perdieron la vida, cifra que pesa más al recordar rostros, abrazos y risas de nuestros seres queridos que han partido. De ellos el 53% fueron hombres y el 47% mujeres, de acuerdo con las estadísticas de mortalidad para la ZML de INEGI.
Lamentablemente siete de cada diez fallecidos tenían más de 60 años, generaciones enteras que levantaron esta tierra, que trabajaron bajo el sol del desierto, hoy su memoria florece en altares, entre velas, pan de muerto, y retratos enmarcados por la nostalgia.
La muerte parece tener sus amores: los corazones cansados son sus preferidos. 2,333 laguneros dejaron de latir por enfermedades cardíacas. Detrás de ellos, otros 1,503 fueron vencidos por la diabetes, esa compañera dulce y traicionera que carcome en silencio. Y 1,191 más perdieron la batalla contra tumores malignos, enemigos invisibles que no distinguen edad ni esperanza.
Quizá sea momento de que los laguneros le quitemos ventaja a la Muerte. De cuidar más de lo que comemos, de mover nuestro cuerpo, de atender las señales del que el corazón y el azúcar nos envían. La prevención es, al final, la única forma de retrasar la visita de esa Catrina que nunca falta a su cita.
El Día de Muertos nos recuerda que la Muerte no es sólo el final, sino un espejo que refleja nuestras costumbres, nuestros descuidos y también nuestro amor. Así, mientras la Catrina pasea entre los vivos, la Laguna la recibe con respeto y ternura.

Somos un proyecto del Consejo Cívico de las Instituciones, A.C. que promueve el análisis y la evaluación de indicadores técnicos y de percepción ciudadana que permitan incidir en mejores políticas públicas y mejorar la calidad de vida de la Laguna.