El pasado domingo 25 de abril se vivió el día más violento del año en este país, 115 asesinatos, […]
El pasado domingo 25 de abril se vivió el día más violento del año en este país, 115 asesinatos, que fácil se puede leer, y que difícil es de entender. Este 2021, el mes de marzo en específico se perfila como el más mortífero, con un total de 2,944 víctimas de homicidio.
Y sobra decirlo, pero este mismo mes también fue el más letal contra de las mujeres. En 30 días registraron un total de 359 mujeres asesinadas, 267 de ellos homicidios intencionales de mujer y 92 tipificados como feminicidios, un promedio de más de 11 víctimas diariamente, un dato que nos debe dar vergüenza.
La violencia homicida se concentra, tan solo seis estados aportan la mitad de estos homicidios, en el siguiente orden: Guanajuato (926), Baja California (806), Jalisco (668), Estado de México (655), Michoacán (621) y Chihuahua (586).
El nivel de deterioro social sigue aumentando, y así se vislumbra un panorama cada vez más complejo, ya que como se había estado comentando por varios expertos, la violencia homicida se desaceleró el año pasado principalmente por la pandemia, lo que indica que ante la posible apertura y regreso gradual a nuestras actividades podría venirse una escalada de violencia.
Por un lado, siendo objetivos, dejaron de crecer las muertes violentas, eso no deja duda según datos oficiales, sin embargo, se estacionaron en niveles muy altos. Ya no solo se empiezan a ver aumentos en homicidios, sino también en feminicidios, secuestros, violaciones y violencia familiar cada vez más generalizados estos últimos.
Es desalentador ver como los grupos delictivos siguen apropiándose de las calles con total impunidad y siguen desafiando a las fuerzas del orden. No desestimamos lo que hace el gobierno federal, los estados y los municipios, pero urge que trabajen de la mano, coordinados, en una misma agenda, compartiendo retos, recursos y capacidades, de otra forma difícilmente se podrán ver resultados más palpables en lo inmediato.
Pero, entonces ¿hay una salida?, si, está en manos de los gobiernos y de los ciudadanos, de trabajar en lo preventivo, en fortalecer los lazos de cohesión social y familiar. Nadie dijo que sería sencillo, sobre todo cuando el problema es estructural, que ha trascendido administraciones presidenciales, estatales y municipales
Somos un proyecto del Consejo Cívico de las Instituciones, A.C. que promueve el análisis y la evaluación de indicadores técnicos y de percepción ciudadana que permitan incidir en mejores políticas públicas y mejorar la calidad de vida de la Laguna.