La discusión por una reforma electoral enviada por el ejecutivo luce precipitada, sobre todo de cara a la elección […]
La discusión por una reforma electoral enviada por el ejecutivo luce precipitada, sobre todo de cara a la elección presidencial de 2024, y que solo ha ocasionado añadir más incertidumbre por el efecto de muchas de sus propuestas. La iniciativa parece poco viable, sin embargo, se propone la modificación a las leyes secundarias como un plan “B”, con puede correr con la misma suerte.
Muchos coincidimos en que este no es un buen momento para transformar a nuestro sistema electoral, que si bien, no es perfecto, los cambios deben ser producto del consenso, del intercambio de argumentos entre expertos, de su socialización, asegurándose en todo momento completa imparcialidad y que dichas iniciativas sean totalmente progresivas, no regresivas, como se propone.
Recordemos todo lo que ha tenido que pasar para tener hoy una institución como el INE, antes IFE y antes de eso, un aparto de la propia Secretaría de Gobernación en donde el propio gobierno organizaba sus propias elecciones, siendo juez y parte. Nuestro INE se ha ido transformado, entre otras cosas para evitar la captura de sus autoridades electorales por parte de los gobiernos en turno.
Se le ha dado certeza a las elecciones, siendo los ciudadanos insaculados los que integran las mesas directivas de casillas, los que cuentan los votos, incluso se han brindando espacios para los observadores electorales, entre muchos otros avances, que han generado que hoy exista alternancia en los gobiernos, cuando antes no era así. Tenemos que cuidar que el INE no pierda su autonomía, ni su independencia, que se han ganado después de más de 25 años de batalla.
La realidad es que uno de cada tres ciudadanos de la lista nominal no había nacido aún cuando iniciaron los primeros esfuerzos por crear un Instituto que garantizara elecciones libres para todos y todas, y se respetara el ejercicio de los derechos político-electorales.
Es por eso, que debemos mostrarles a los jóvenes, todo lo que se ha ido ganando, para sean ellos quienes defiendan la democracia en este país, porque quizá vengan gobiernos a querer poner en riesgo la autonomía e imparcialidad de la autoridad electoral, y eso como sociedad no lo debemos permitir. #así vivimos.
Somos un proyecto del Consejo Cívico de las Instituciones, A.C. que promueve el análisis y la evaluación de indicadores técnicos y de percepción ciudadana que permitan incidir en mejores políticas públicas y mejorar la calidad de vida de la Laguna.