Contener la violencia contra las mujeres

En días pasados el CCI Laguna, presentó su monitoreo de incidencia delictiva a 2021 y si bien hay avances significativos en materia de violencia homicida y leves reducciones en delitos patrimoniales, el desafío más grande sin duda son los altos niveles de violencia que sufren las mujeres en varias de sus manifestaciones, como la que ocurre dentro del hogar, la violencia sexual, el acoso y hostigamiento, hasta el feminicidio como la máxima expresión de violencia hacia la mujer.

Esfuerzos insuficientes

Las autoridades han hecho esfuerzos, pero resultan insuficientes y principalmente atienden cuando el hecho se consumó. El centro de justicia para las mujeres no se da abasto y el juzgado especializado en violencia familiar cada vez se satura en su capacidad. Los recursos siempre serán limitados, por eso debe apostarse más a la prevención, que a la represión.

Violencia familiar

La violencia dentro del hogar puede ser detonadora de conductas violentas fuera de ese entorno, y más si se normaliza. La violencia en el entorno familiar puede ser el origen de muchos otros fenómenos delictivos. Muchos sectores deben involucrarse para atender esta problemática.

Un empleado (a) que ejerce violencia en su hogar, también será probable que busque ejercerla dentro del ámbito laboral, de igual forma una mujer que sufre violencia en casa, será mucho más vulnerable a los acosos u hostigamientos por parte de sus compañeros. ¿Pero qué hacer? ¿qué nos toca?

Fomentar la denuncia

Primero reconocer y dimensionar el problema, fomentando la denuncia, ya que, en el último semestre de 2021, según el INEGI un total de 100,651 mujeres mayores de 18 años en la Laguna enfrentaron alguna situación de acoso personal, violencia sexual o algún otro delito relacionado, mientras que en ese mismo período se iniciaron 6,365 carpetas de investigación por estos delitos.

Reducir impunidad, analizar patrones y mejorar tiempos de respuesta

Eso supone una cifra negra del 94%, quiere decir que más de 96 mil mujeres que fueron víctimas decidieron no denunciar. Segundo, reducir los niveles de impunidad que rodea a los delitos que afectan a las mujeres, ya que de lo contrario se fomenta esta conducta. Tercero, analizar patrones de violencia en agresores y atender las zonas con mayor concentración. Cuarto, mejorar los tiempos de respuesta en situaciones de emergencia y quinto, implementar mecanismos de justicia cívica.