La Laguna debe su nombre a que en esta región existían dos grandes lagunas en medio del desierto, por […]
La Laguna debe su nombre a que en esta región existían dos grandes lagunas en medio del desierto, por un lado, la Laguna de Mayrán donde desembocaba el río Nazas y por el otro lado la Laguna de Viesca donde desembocaba el río Aguanaval.
Ambas presas se secaron cuando a mediados del Siglo XX se construyeron las represas que contuvieron a los dos ríos, y como herencia nos quedó un gran manto acuífero que durante miles de años se fue llenado gracias a sus corrientes naturales.
Sin embargo, este manto acuífero poco a poco se ha ido desgastando… el crecimiento de la población, de las actividades industriales y agropecuarias han sobre explotado las fuentes subterráneas de agua, a tal grado que el día de mañana se tendrá que traer agua de las presas para brindar agua libre de arsénico a la población.
De acuerdo a los últimos registros de la CONAGUA, los 4 Sistemas de Agua Municipales de la ZML (Torreón, Gómez Palacio, Lerdo y Matamoros) extraen del subsuelo un total de 130.8 Millones de Metros Cúbicos al año para una población total de 1 millón 342 mil habitantes, por lo que al año se extraen 97.4 mil litros de agua por habitante.
Sin embargo, la mitad de esa agua que se extrae no se cobra por parte de los Sistemas de Agua, ya sea porque se pierde en fugas, es robada o condonada con fines políticos electorales.
Más preocupante aún es que términos reales solo 4 de cada 10 litros que se extraen del subsuelo se reciclan, ya sea para darle un uso agrícola, riego en plazas o en la industria… y si, a pesar de que cada año tenemos menos agua, aún nos damos el lujo de no darle tratamiento a toda el agua que extraemos porque nos hacen falta “plantas tratadoras” y recursos para operarlas.
Otro dato interesante es que acuerdo a nuestra última encuesta de percepción ciudadana, 6 de cada 10 laguneros experimentaron fallas en el servicio de agua potable, la mayoría de ellos porque no había presión, porque había demasiados cortes o porque el agua era de pésima calidad, por ende, la calificación que le dan al servicio público de agua es de 5.6 a pesar de los millonarios presupuestos de los que año con año disponen.
Somos un proyecto del Consejo Cívico de las Instituciones, A.C. que promueve el análisis y la evaluación de indicadores técnicos y de percepción ciudadana que permitan incidir en mejores políticas públicas y mejorar la calidad de vida de la Laguna.