En redes sociales ha tomado fuerza una tendencia que motiva los jóvenes mexicanos a buscar mejores oportunidades laborales… el […]
En redes sociales ha tomado fuerza una tendencia que motiva los jóvenes mexicanos a buscar mejores oportunidades laborales… el desempleo, los bajos sueldos, las extensas jornadas de trabajo, buscar ingresos adicionales, son algunas de las razones que están empujando a las nuevas generaciones a emprender y crear sus propios negocios, pero ¿realmente es una alternativa fácil o es un desafio más?
De acuerdo a los resultados oportunos de los Censos Económicos 2024 de INEGI, en México operan 5,451,113 Unidades Económicas, de las cuales el 95.5% son microempresas (de 0 a 10 empleados), que generan el 41.5% del empleo total. Esto quiere decir que los micronegocios son un pilar fundamental en la economía. Sin embargo—e irónicamente—, emprender en México puede ser desalentador y complejo, porque la Asociacion de Emprendedores de México (ASEM), señala que el 76% de los negocios cierran antes de los tres años.
Esto refleja una falta de políticas públicas efectivas para impulsar a las micro, pequñas y medianas empresas. Aunque existen programas de financiamiento, muchos emprendedores no acceden a ellos debido a la falta de educación financiera o la desinformación. ASEM destaca que solo el 17.7% de los negocios acceden a créditos bancarios, y apenas un 8% a financiamientos por medio de instituciones no bancarias como las fintech, sofomes o sofipos. Aún entre quienes solicitan un crédito, muchos son rechazados: el 8.8% porque se les exige mayor nivel de ingresos, el 6% por no contar con una propiedad en garantía, y el 5.4% por no tener suficiente tiempo operando.
Esto es preocupante, ya que detrás de aquel emprendedor motivado con salir adelante y encontrar mejores oportunidades, hay una historia dificil: jornadas largas con sueldos bajos, sacrificios personales, y el costo de oportunidad de renunciar a un pasado por encontrar un futuro mejor. Pero sin un plan de negocios sólidos, una mala administración y poca adaptación al mercado, muchos de estos sueños se desvanecen.
Aun así, el espíritu emprendedor en México no se apaga… cada negocio que nace es una muestra de resiliencia, creatividad y esperanza, el verdadero reto está en construir un entorno donde emprender no sea un salto al vacío, sino una vía legítima y accesible para transformar realidades. Invertir en educación financiera, simplificar el acceso al financiamiento y fortalecer las políticas públicas no es solo una cuestión económica: es una apuesta por el futuro de millones de jóvenes que se niegan a conformarse con menos.
Somos un proyecto del Consejo Cívico de las Instituciones, A.C. que promueve el análisis y la evaluación de indicadores técnicos y de percepción ciudadana que permitan incidir en mejores políticas públicas y mejorar la calidad de vida de la Laguna.